Fiat voluntas mihi
Julián Alberto Guillén López: ‘Fiat voluntas mihi‘


Los clavecines de Bach
se trocarán en pequeños,
las modulaciones
que soberbio
tocaba Scarlatti desvanecerán como siluetas.
La muerte será apenas
una brizna
rozando las sienes.
El destino
dejará de ser
la guillotina
que amenaza el cuello,
para suavizarse dulce.
No habrá hazaña
que no logres
bajo el licor del anhelo.
Superarás
a los espíritus antiguos,
si tan solo bebes
la ambrosía
de la confianza.
La fuente inalterable,
te digo,
vive en la cúpula
de tu cabeza.
Anda con prudencia
por los bordes estrechos
de tu cornisa.
Aquel
que tome sus pensamientos
y se decida a lavarlos
en hisopo
podrá levantarse ufano.
No le envidiarás nada
a los hombres ilustres
del pasado, pues con fe
construirás tu presente.
Harás calzadas más fuertes que las romanas,
si te enarbolas
de las opresiones mundanas.
No te abandones.
Las humaredas huirán
si eres en tiempo presente
y no fuiste
en tiempo pasado.
Serás semejante al azor
que avista al águila lejos.
Si recuperas al hombre
no habrá ya más imposibles.