De la penumbra la silla y un gato de porcelana

Humberto Napoleón Varela Robalino

‘De la penumbra la silla y un gato de porcelana’

Humberto Napoleón Varela Robalino
Humberto Napoleón Varela Robalino
Imagem isenta de direitos autorais
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En la penumbra

en ese reino de lo claroscuro

la luz y la sombra saldan diferencias

o la rendija de la puerta

una caravana de camellos azules

entra al reino de los hombres

las realidades piedras bancas piedras negras

lisas piedras piedras asperas

piedras de rio piedras de la calle

para tropezar todos los días.

La memoria que no esconde las verdades

el silencio cuenta los aciertos.

Lo más distante en el amor es la caricia

el acabose lo mas cerca de la vida.

El tiempo simplemente un mamut con alas.

Afuera la carcoma de los dias

las pesadillas de la noche

las parábolas pájaros de fuego que chamuscan dioses

Ahí

en ese mundo de lo claroscuro

la silla cobra vida

–Vuelven las raíces las hojas y las flores-

Siente

sudan las resinas junto a los seres que se aman

que se clavan

que se rompen

también baila

zapatea

taconea

pierde el equilibrio en el vuelo de los amantes

que se hacen trizas aferrados a las costillas de madera

tablero de ajedrez la silla

agonía y resurrección el jaque mate.

Mientras un gato de porcelana en la repisa

como que el bigote se lamiera

en los ojos encendiera pipas de deseos

las garras atraparan enchocolatadas figuras voluptuosas.

Del teclado de un viejo piano salen los maullidos.

Gemidos irreverentes espantan solitarias mariposas.

Un zapato roto el sueño cae en el tejado.

Ahí en la penumbra

sobre el tablado de la silla

un charco de vino dulce

lame el gato.

Humberto Napoleón Varela Robalino

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