De la penumbra la silla y un gato de porcelana
Humberto Napoleón Varela Robalino
‘De la penumbra la silla y un gato de porcelana’


En la penumbra
en ese reino de lo claroscuro
la luz y la sombra saldan diferencias
o la rendija de la puerta
una caravana de camellos azules
entra al reino de los hombres
las realidades piedras bancas piedras negras
lisas piedras piedras asperas
piedras de rio piedras de la calle
para tropezar todos los días.
La memoria que no esconde las verdades
el silencio cuenta los aciertos.
Lo más distante en el amor es la caricia
el acabose lo mas cerca de la vida.
El tiempo simplemente un mamut con alas.
Afuera la carcoma de los dias
las pesadillas de la noche
las parábolas pájaros de fuego que chamuscan dioses
…
Ahí
en ese mundo de lo claroscuro
la silla cobra vida
–Vuelven las raíces las hojas y las flores-
Siente
sudan las resinas junto a los seres que se aman
que se clavan
que se rompen
también baila
zapatea
taconea
pierde el equilibrio en el vuelo de los amantes
que se hacen trizas aferrados a las costillas de madera
tablero de ajedrez la silla
agonía y resurrección el jaque mate.
…
Mientras un gato de porcelana en la repisa
como que el bigote se lamiera
en los ojos encendiera pipas de deseos
las garras atraparan enchocolatadas figuras voluptuosas.
Del teclado de un viejo piano salen los maullidos.
Gemidos irreverentes espantan solitarias mariposas.
Un zapato roto el sueño cae en el tejado.
…
Ahí en la penumbra
sobre el tablado de la silla
un charco de vino dulce
lame el gato.
…
Humberto Napoleón Varela Robalino