Sandra Albuquerque: 'Amor locura/ Loucuras de amor'

Amor locura/ Loucura de amor

Amor locura

Quiero sentir
El dulce sabor de tus besos
Mi cuerpo anhela deseos
Y la frescura de tu piel
Junto a mi estancia.
En nuestros cuerpos calientes
El placer se hace presente
Somos amantes a la luz de la luna llena.
Y en una cálida noche ventosa
No se si en medio de los entrelazados
Si somos dos o solo uno
Visto por la sombra de la vela
Eso se refleja en la cortina.
Estamos borrachos
Amor locura haciendo
Champán, fresas y bombones
Y pétalos de rosas rojas
En esa cama de hotel
Y justo en la cima de la colina
En el amanecer
Ya no se escuchan besos y susurros
Porque llegamos a la cima
Y ahora descansemos
Hasta el nuevo amanecer
Cuando la tímida luz del sol
O, quizás, las gotas de lluvia
Reflexiona sobre la plántula y la ventana testigo …
Invitándonos a un café colonial.
Tu y yo
Con rostros enamorados
Enamorados, no tenemos prisa.
Porque el día nos pertenece a los dos.
Y nos quedamos mucho tiempo ahí
Recordando nuestros momentos
La noche del amor vivida.
Tus dedos largos y delgados
Mi cabello se entrelaza
Mientras toco tu cara.
Y en un abrazo abrazador
Y un beso indecente.
Es una señal que no ha terminado.
Y en un frenesí de deseos
Empezamos desde donde lo dejamos.
Y si el café se enfría ya no importa
Porque nuestro amor nos alimenta
Por horas y horas de placer.

(Poeta Sandra Albuquerque)
Río de Janeiro, 12 de junio de 2020
Todos los derechos reservados por Ley 9.610 / 98

Tradução:

Poema : “Loucura de Amor”

Quero sentir
O doce sabor dos seus beijos
Meu corpo anseia de desejos
E o frescor da sua pele
Junto a minha ficar.
Em nossos corpos calientes
O prazer se faz presente
Somos amantes em pleno luar.
E em uma noite de vento quente
Não sei se em meio aos entrelaces
Se somos dois ou, apenas, um
Visto pela sombra da vela
Que na cortina reflete.
Embriagados estamos
Loucuras de amor fazendo
Champanhe, morangos e chocolates
E pétalas de rosas vermelhas
Naquela cama de hotel
E bem no alto da colina
Adentrando a madrugada
Beijos e sussurros já não se ouvem
Pois ao auge chegamos
E, agora, vamos descansar
Até o novo amanhecer
Quando os tímidos raios solares
Ou, quiçá, as gotas de chuva
Refletirem na muda e testemunha janela…
Nos convidando a um café colonial.
Você e eu
Com semblantes enamorados
Apaixonados , não temos pressa.
Pois o dia é de nós dois.
E ali ficamos um bom tempo
Recordando os nossos momentos
Da noite de amor vivida.
Seus dedos finos e longos
Meus cabelos entrelaçam
Enquanto eu toco o seu rosto.
E num abraço envolvente
E um beijo indecente.
É um sinal que não acabou.
E num frenesi de desejos
Recomeçamos da onde paramos.
E se o café esfriar já não importa
Pois o nosso amor nos alimenta
Por horas e horas de prazer.

(Poetisa Sandra Albuquerque)
Rio de Janeiro,12 de junho de 2020
Direitos Reservados  por Lei 9.610/98